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domingo, 25 de abril de 2010

La manipulación

La letra es, sin duda, una de las mejores armas, como algunos afirman. Cierto es. Prueba de ello, sin ir más lejos, son los medios de comunicación de nuestros días. Ellos son los que nos dirigen, los que como gurúes guían nuestros pasos y nos hacen actuar tal como lo hacemos. Actitudes tales de ejemplo son los abucheos que reciben algunos políticos o como otros nimios personajes son aplaudidos y aclamados como si de un dios se tratara.

Aunque no sea bueno generalizar, las televisiones, específicamente, se han llenado de malos ejemplos, de malas influencias para los niños que se nutren de estas conductas claramente generalizadas para cultivar una vida déspota en la que, con el beneplácito de sus padres, pretenden ser pequeños dictadores.

Estos pequeños dictadores que, además, se apoyan en el pasotismo de maestros, incapaces de controlar el comportamiento de una treintena de chavales, se plantan en nuestros institutos concibiendo el hecho de pasar de curso como una obligación no para ellos sino por parte del profesor.

Ante todo ello, dos son las únicas opciones que caben. La primera, la fácil, dejarse engañar por aquéllos que quieren controlar el mundo, dejar que nos esclavicen y vivir “felices” en un mundo de engaño; la segunda, luchar contra todos aquéllos estamentos tiranizantes lo que nos conllevará, si no les vencemos, a una “apatía” y un dolor de vivir que nos dejarán un gusto amargo en la garganta.

 11 de marzo de 2010

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