Con motivo del Curso de Actualidad Pastoral que se celebra esta semana los día 6, 7 y 8 de abril en el ISCR[1] Don Bosco donde estudio, el tema de este año es el siguiente: crisis, jóvenes e Iglesia.
En la primera ponencia, Lluis Sols ha realizado un análisis de la actual situación de crisis en el contexto occidental, sus manifestaciones y causas, de lo que se desprende lo que se relatará a continuación, de acuerdo con las notas[2] tomadas por mí:
<<Como bien es sabido, España se encuentra en una crisis económica debido a los problemas de producción y que son a diferentes niveles. Decir que España entró en la Unión Europea es algo no del todo cierto, ya que es más exacto decir que la Unión Europea entró en España, lo que conllevó diferentes causas:
La primera son los sacrificios a nivel industrial que tuvo que hacer nuestro país para ya que hubo empresas españolas que fueron absorbidas por otras mayores europeas que se quedaron con ellas y cerraron las fábricas aquí existentes, al mismo tiempo que aumentaba el número de importaciones de países con productos más competitivos que los nuestros.
La segunda el hecho que entrar en el Euro era algo arriesgado ya que significaba ser más eficientes y competitivos, lo que comportaba realizar inversiones y llevar a cabo un reciclaje. Además, el asentamiento del Euro como moneda única era una empresa más difícil para Europa que el caso del dólar en Estados Unidos debido a que en aquél país su política es común mientras que en Europa existes diversidad política de los países miembros, lo que comporta que cada uno de ellos tenga una necesidad económica específica. Por tanto, no es bueno realizar una misma política monetaria para todos los Estados ya que en tal caso se produce un choque asimétrico.
Ahora bien, si se hubiera llevado a cabo inversiones correctas y un reciclaje en nuestra industria, no estaríamos viviendo lo que nos toca vivir en nuestros días. Los ciudadanos españoles se encontraron con mucho dinero en el bolsillo: los bancos hacían créditos por más años a un bajo interés, lo que provocaba una sensación de riqueza; por otra parte, el consumo –sobre todo de pisos- no cesaba de aumentar, al mismo tiempo que la compra de los mismos por parte de extranjeros también lo hacía.
En España subieron los precios y los salarios, aunque estos últimos no lo hicieron en el mismo nivel, por lo que España se volvió más cara y menos competitiva.
Verbigracia, en 10 años mientras que aumento de los precios en Alemania fue de un 10%, en España éstos aumentaron un 35%, lo que comportó un déficit externo altísimo, por lo que, actualmente, España debe un billón de Euros, es decir, 1500 € por persona y por año cosa que, en un horizonte que quizás no tiene lugar podría comportar que nuestro país fuera excluido del Euro, lo que supondría –según los expertos- la catástrofe para nuestro país.
Todo el mundo conoce que nuestra nación vivió el “boom” inmobiliario. Esto fue positivo para el empleo aunque cuando este “boom” terminó, también lo hizo el trabajo, lo que llevó a las consecuencias que hoy estamos viviendo.
Por su parte, el Gobierno del PSOE ha llevado a cabo medidas Keynesianas, lo que se ha traducido en un aumento del déficit público. Para ilustrarlo podemos ver cómo el PIB en el año 2007 en nuestro país era de un +2’8%; dos años más tarde, en 2009 éste era de un –11%, lo que representaba, en total, un receso de casi 14 puntos.
La tercera causa es que el problema nació a finales de la legislatura del PP y la primera del PSOE con Zapatero al frente ya que ninguno de los dos ministros de entonces –Rato y Solbes- no se percataron de la importancia que es el ahorro en época de vacas gordas.
Muchas familias se endeudaron por encima de sus posibilidades confiando en un dinero que no existía realmente y que, paradójicamente, hoy se tiene que devolver.>>
Ante todo lo expuesto, cabe destacar que nuestro país cuenta con un alto índice de parados –más de 4 millones- y muchas personas entre la cuarentena y los cincuenta y tantos difícilmente podrán encontrar otro trabajo si la situación perdura.
Por si fuera poco, cosa que se ha obviado en la conferencia, el Gobierno –llamado socialista- toma medidas que precisamente van contra el pueblo: a)incrementar el IVA en 2% a partir de julio; b)aumentar la edad para la jubilación; c)aumentar la obligatoriedad de edad en los estudios, lo que comporta retrasar la edad al mundo laboral de los jóvenes –por cierto, cada vez con menos preparación-; d)ofrecer subvenciones a aquéllos a los que se les termina el paro, o a los que tienen hijos, o a los que quieren comprar un coche, lo que supone “pan para hoy y hambre para mañana”; por otra parte, el Gobierno ha creado ministerios que más allá de malgastar no tienen ninguna utilidad –véase el Ministerio de Igualdad-.
El hecho es que nuestro país se está endeudando, los políticos se dan cuenta de que se tienen que hacer recortes pero los más fáciles de hacer, es decir, reducir sus salarios, ninguno de ellos lo plantea, un máximo de años de carrera política, tampoco.
Finalmente, en lo que concierne a las importaciones, nadie habla de poner aranceles que regulen la entrada de productos que minan la economía local, sino que éstos se importan con alegría y sin pensar en el mal que nos está produciendo, que nos produce y que, sin duda alguna, nos producirá.
06 de abril de 2010

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